Pablo Gonzalez

La sonrisa despreocupada de los niños cubanos


En cualquier rincón de Cuba, sacas de tu bolso una cámara fotográfica y los niños se acercan y ante el lente sonríen. Siempre sonríen. 

Y quienes ganan dinero tecleando mentiras sobre este país, no logran comprender.

¿Por qué los niños cubanos siempre sonríen? Incluso aquellos que asisten a una escuelita humilde en medio de una zona montañosa y los que puedan estar hospitalizados en un momento determinado…También los que ayudan a su familia en el trabajo en el campo y los que corretean por las calles de un barrio de la periferia…

Todos pueden protagonizar historias familiares diversas en un país en el que aún las dificultades económicas golpean sectores esenciales como la salud y la educación, pero en el que la alegría de vivir les hace despertar cada día con una sonrisa amplia en el rostro pues se sienten parte importante de un proyecto social que les garantiza el disfrute de sus derechos.

A propósito del Día Mundial de la Infancia, en el que no pocos niños en otras regiones del planeta carecen de los motivos para sonreír que les sobran a los niños cubanos, pues entre otras razones, no siempre tienen qué comer, Cubahora conversa con el especialista en Pediatría Roberto Álvarez Fumero, jefe delPrograma Materno Infantil del Ministerio de Salud Pública sobre los esfuerzos que cada año despliega el país para luchar contra la desnutrición infantil.

No constituye este un problema de salud pública en Cuba, pues de hecho nuestro país exhibe resultados notorios en la salud del menor de 5 años que hacen que sea tomado de referencia para la implementación de programas dirigidos a la primera infancia en otras naciones en vías de desarrollo, afirmó el doctor.

“En lo concerniente a la nutrición nos apoyamos fundamentalmente en el fomento y promoción de la lactancia materna exclusiva hasta los 6 meses, una práctica necesaria pues es una fuente idónea de nutrientes que previene la anemia y la desnutrición, protege a los bebés de las infecciones y mejora su respuesta a la vacunación. Su iniciación temprana, recomendada por la Organización Mundial de la Salud y la UNICEF dentro de la primera hora luego de haber dado a luz y su continuidad hasta los dos años o más, aún cuando se haya iniciado el esquema de alimentación complementaria establecido a partir del primer semestre de vida del infante, incide positivamente en la reducción de las tasas de mortalidad infantil, con lo que se salvaría la vida de 1,5 millones de niños en el mundo anualmente.

“Cuando se inicia la alimentación complementaria es muy importante que se introduzcan alimentos seguros, apropiados y adecuados y bajo el respeto de normas higiénicas, según dictaminan las guías alimentarias elaboradas por nuestros profesionales, con el objetivo de contribuir a la promoción de una vida sana en tanto disminuyen así indicadores como la morbilidad y mortalidad por enfermedades no transmisibles relacionadas con la alimentación”.

Álvarez Fumero destacó que con la existencia de 8 bancos de leche humana en el país, y dos más próximos a inaugurarse, se trabaja en el fortalecimiento de la lactancia materna en los territorios para la adecuada nutrición de los bebés.

“La desnutrición es una enfermedad multicausal que afecta predominantemente a los lactantes y niños del segundo año de vida, por lo que la promoción, protección y apoyo a la lactancia materna es la intervención más efectiva para mejorar el estado de salud y nutrición de los bebés.

“Actualmente se revitalizan con ese y otros propósitos el programa de Hospital Amigo del Niño la Niña y de la Madre, que además se extiende a la Atención Primaria de la Salud, y que desempeña un rol muy importante en la implantación de la Asistencia Nutricional”. 

Recordó el también Máster en Atención Integral al Niño que desde la década del 70 distintas instituciones cubanas junto al Ministerio de Salud Pública comenzaron a realizar estudios sobre las necesidades nutricionales en la población con vistas a incorporar objetivos nutricionales concretos en los planes a mediano y largo plazo de la economía nacional.

Así se elaboraron los modelos de consumo racional de alimentos, partiendo de las necesidades promedio de toda la población, según especificaciones de la FAO/OMS, y se determinaron los per cápita anuales de consumo en los grupos básicos de alimentos que, en el marco de estas condiciones, satisficieran lo más adecuadamente dichas necesidades.

“Los niveles de aporte nutricional que asegura la oferta de alimentos satisfacen plenamente las necesidades de los niños menores de 5 años, pero resultan insuficientes en términos energéticos para los grupos a partir de los 7 años en algunos micronutrientes como el hierro, ácido fólico, piridoxina y calcio.

“Para cubrir esos déficits se lleva a cabo un programa de fortificación de alimentos con micronutrientes, subsidiado por el Estado, y a la par se realizan acciones de suplementación medicamentosa con sales de hierro y ácido fólico dirigida a niños menores de 5 años y mujeres en edad fértil.

“Además a todo niño menor de un año se le evalúa mensualmente su peso y talla por el médico de familia, mientras que a los niños entre 1 y 4 años se les evalúa bimestralmente y a partir de esta edad, una vez al año. Aquellos niños que se hayan detectado como desnutridos tienen derecho a una dieta especial y al servicio social en caso de que su condición económica y social lo justifique”.

La información sobre el estado nutricional de los niños menores de 5 años se consolida por las direcciones de estadísticas de salud en los diferentes niveles, puntualizó el especialista, quien agregó que esa información se analiza con una periodicidad mensual a nivel local, trimestral a nivel provincial y semestral a nivel nacional para solucionar los problemas detectados.

Añadió que cada año se analizan variables socioeconómicas y demográficas resultantes de la vigilancia centinela, a partir de la cual, en lo relativo al Sistema de Vigilancia Alimentaria y Nutricional permite estar alerta en torno a la disponibilidad y accesibilidad de los alimentos, las enfermedades transmitidas por estos, los contaminantes químicos y biológicos presentes y el estado nutricional materno infantil.

Insistió Álvarez Fumero que tanto en la embarazada como en el niño menor de 5 años se utilizan normas de referencia nacionales para evaluar el estado nutricional, basadas en el Estudio Nacional de Crecimiento y Desarrollo, y se manejan sitios centinelas para realizar la comparabilidad internacional.

- Existen iniciativas para combatir la carencia de hierro, de vitamina A, de yodo…

- Es la carencia de hierro y la anemia como expresión clínica un problema de salud identificado sobre todo en niños menores de dos años, en embarazadas y mujeres en edad fértil, por lo que en febrero de 2008 se aprobó por el Comité Ejecutivo del Consejo de Ministros el Plan Nacional para la Prevención y Control de la Anemia por Deficiencia de Hierro en Cuba con un enfoque integral y multisectorial que ampara acciones de atención, promoción y prevención en diversos sectores sociales, y contempla actividades de suplementación con preparados farmacéuticos a grupos en riesgo, fortificación alimentaria a grupos específicos y a la población en general, diversificación alimentaria y medidas de salud en los diferentes niveles de atención.

“Desde la introducción de estas medidas la prevalencia de anemia en niños de 6 a 24 meses y en embarazadas ha disminuido, aunque mantenemos el trabajo intenso para que no constituya la anemia un problema de salud pública en el país. Podemos mencionar, entre las acciones que realizamos, la determinación de hemoglobina a los 6 meses, 2 años y 5 años del menor con el objetivo de prevenir y controlar la anemia en estas etapas de la vida.

“La otra carencia de micronutrientes identificada es la de yodo, por lo que se fortifica la sal con este elemento y como resultado del trabajo ejecutado en esta dirección, Cuba se ha logrado certificar por los organismos internacionales como país libre de desórdenes por deficiencia de yodo.

“La carencia de vitamina A en preescolares ha sido evaluada mediante encuestas nacionales y de acuerdo con la prevalencia de deficiencia obtenida clasifica como problema de salud leve a nivel del país”.

Subrayó Álvarez Fumero que las acciones y programas de los diferentes sectores son concebidos como acciones de intervención nutricional, las que son monitoreadas y evaluadas como tal y con un grupo de actividades de capacitación en el sector salud y a los diferentes actores sociales que permiten un abordaje como problema individual y comunitario.

La fortificación con micronutrientes de la harina de trigo, alimento de amplio consumo para la población cubana en general; la fortificación con hierro y cinc de la leche para menores de 1 año y de los purés de frutas a los menores de 3 años; la entrega de CSB (cereal a base de harina de maíz y soya fortificado con Hierro, Cinc y Calcio) a niños y niñas de hasta cinco años y embarazadas en los municipios con mayor frecuencia de anemia así como la suplementación con hierro y ácido fólico a mujeres en edad fértil y niños menores de 5 años, entre otras acciones, favorecen la prevención y control de las carencias de los micronutrientes antes mencionados, ejemplificó el especialista.

Alerta Álvarez Fumero que a diferencia de otros países de la región el retardo del crecimiento y la desnutrición aguda no constituyen problemas de salud en las niñas y niños cubanos. “Sin embargo, los déficits de estos micronutrientes coexisten con la malnutrición por exceso, fenómeno que ha aumentado de forma progresiva y al igual que en otros grupos poblacionales, en los niños menores de 5 años se observan cifras de aproximadamente 20 por ciento de los niños con sobrepeso con un perfil creciente”.

Nuevas acciones para la prevención de las Enfermedades Crónicas no Transmisibles desde las edades pediátricas se han iniciado en los últimos años pues se ha detectado adicionalmente un incremento de la prevalencia de sobrepeso en niños con aumento de los niveles de adiposidad, significó el especialista.

“Dadas las consecuencias metabólicas que este fenómeno conlleva y la detección, a través de las estadísticas sanitarias del país, de un incremento de la prevalencia de enfermedades como la diabetes e hipertensión desde las edades escolares, nuestras acciones se dirigen a lograr que los adolescentes cubanos alcancen la etapa adulta con el máximo bienestar y calidad de vida”.

Trabajamos en políticas públicas encaminadas a modificar estilos de vida en cuanto a patrones alimentarios y actividad física e insistimos en que se cumplan los protocolos de consejería nutricional sobre obesidad en la Atención Primaria de Salud, pues los niños son el principal foco de intervenciones, teniendo en cuenta que muchos de los factores de riesgo observados en los adultos pueden ser detectados en la niñez, acotó.
Signatario de la Convención de los Derechos del Niño, el país exhibe logros significativos, en la protección de la niñez, teniendo como prioridad proporcionarles bienestar, educación y salud. (Rodolfo Blanco Cue / Fuente: ACN)

Sobre el autor
ANA MARÍA DOMÍNGUEZ CRUZ

http://www.cubahora.cu/sociedad/la-sonrisa-despreocupada-de-los-ninos-cubanos

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